La tenencia responsable de animales de compañía significa asumir un compromiso consciente y permanente con el bienestar del animal, respetando sus necesidades físicas, emocionales y sociales, así como el entorno donde vive.
Algunos puntos claves son:
🐾 Antes de adoptar
Pensar si realmente se cuenta con el tiempo, espacio y recursos económicos.
Informarse sobre la especie y raza para conocer sus características y cuidados.
🐾 Salud y bienestar
Proporcionar alimentación adecuada y agua limpia.
Cumplir con las visitas veterinarias, vacunación, desparasitación y esterilización.
Brindar un lugar seguro, limpio y protegido de las inclemencias del tiempo.
🐾 Comportamiento y socialización
Dar paseos, juegos y ejercicio según sus necesidades.
Educar y adiestrar sin maltrato, fomentando la convivencia armónica.
Respetar las normas de convivencia social (uso de correa, recoger excrementos, evitar ruidos y agresiones).
🐾 Compromiso de por vida
El animal no es un objeto: no debe ser abandonado ni maltratado.
Debe acompañarse en todas las etapas de su vida, desde cachorro hasta anciano.
En resumen: tener un animal de compañía es un acto de amor, pero también de responsabilidad legal, ética y afectiva.